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ENTRE DOS MUNDOS  (Bein Haolamot) DE MIYA HATAV – ISRAEL 2017

ESTRENADA EN ARGENTINA

( EN ALGUNOS PAISES SE LA CONOCIO COMO “ AMAL “ )

Un atentado en Jerusalem ha dejado herido a un guardia de seguridad, que despeués de operado aparentemente con éxito, no consigue salir del coma.

Su madre ( Bina ) y su padre, ambos judíos religiosos ( ella por ejemplo nunca se descubre la cabeza y es de la tesis que una mujer, enfermera inclusive, no debe tocar el cuerpo de un hombre porque es pecado ) ( él tiene ideas más atrasadas como por ejemplo traer una gallina viva para que absorba las culpas que su hijo pueda tener y luego sacrificarla, todo ello con anuencia  del rabino )

La madre no se separa del lado de su hijo y siguiendo los consejos médicos le hablar y le hace masajes para estimular sus sentidos e inducirlo a despertar.

En el cuarto contíguo hay otro paciente en coma, mucho más viejo y de prolongada internación. Una chica que parece ser su hija lo acompaña y demuestra un interés por acercarse a Bina, hablar con ella y hasta se ofrece a suplirla cuidando a su hijo si ella necesita descansar.

Con el paso del tiempo se va haciendo evidente para el espectador pero también para Bina que el interés que demuestra Sara responde a otra causa y los ojos de la madre, que es una mujer sumamente inteligente, nos van diciendo que ha comprendido la historia. Sara no es hija del hombre que yace abandonado en el otro cuarto sino la pareja del hijo herido de Bina, que no había sido presentada aún a sus padres de los cuales el joven estaba hace tiempo distanciado. Hay una inmediata solidariedad y sentimiento común entre las dos mujeres, pero hay una reserva que Sara mantiene. Y es el marido de Bina el que acaba descubriendo la verdad  cuando oye una conversación de Sara con su hermano en el celular. Sara se llama en realidad Amal y es árabe . Esta era la razón de que no la hubiera presentado a sus padres, seguro de un rechazo, que de hecho se produce cuando _Bina llega a saber la verdad.

Amal abandonará desesperanzada el Hospital y tiempo después Bina saldrá corriendo detrás de ella, en un final con puntos suspensivos.

Un bello film con dos muy buenas actrices  MARIA ZREIK y sobre todo MAYA GASNER, dueña de unos ojos tremendamente expresivos  que lo dicen todo.

Una nueva prueba además de la madurez del cine israelí y de la objetividad con que encara el tema del conflicto interno que vive esa Nacion.