LA PECERA, DE EDUARDO SARLOS- DIRECCIÓN MARIO
FERREIRA – TEATRO ALIANZA –SALA UNO
Una excelente idea reponer este bello e interesante
texto de Eduardo Sarlos, un talento uruguayo nacido en Hungrìa, que habiendo sido traído por su familia que huía
del exterminio nazi, vivió entre nosotros desde sus 10 años hasta su
fallecimiento en 1998 cuando tenía apenas 60 años, víctima de una cirrosis no
alcohólica,y que se destacó en varias formas de expresión artística, además de
ser arquitecto y docente universitario.
Escribió LA PECERA
a los 45 años y demoró 4 años en verla estrenada. Es un hermoso texto
donde el autor vuelca sus preocupaciones sobre la vejez, la muerte, la soledad,
la incomprensión en un estilo que no rehuye la tristeza y el pesimismo pero tampoco
el sentido del humor.
El ambiente donde se desarrolla la obra, es en
muchos sentidos cruel : un geriátrico privado que no es de los mejores pero
tampoco de los peores ( hay quejas sobre la comida, por la acción se ve que las
habitacioens son individuales pero sin
baño ), donde los internos pueden salir a la calle si lo desean, y donde se
oyen, ominosos, los ruidos de las sillas de ruedas que vienen del piso superior
donde están internados los pacientes que ya no pueden valerse por si solos.
Todos los personajes de la obra son muy queribles y
el talento principal que ha tenido MARIO FERREIRA en esta versión ha sido el de reunir un excelente
grupo de actores, que se juegan la ropa en interpretar desde dentro a sus
personajes y obtienen actuaciones que dan vida total a los mismos, llegando en
algunos casos al nivel de lo notable.
Puede ser injusto hablar de destaques en un
tremendo trabajo de equipo donde nadie baja de muy bueno, pero yo quedé
particularmente fascinado con las actuaciones de CRISTINA MORAN , toda rigor y rectitud , una
mujer que vive leyendo la biblia e impartiendo directrices sobre moral,higiene
y otros tópicos donde ella siempre sabe cual es la conducta recta a seguir, una
mujer que ha tenido 3 maridos pero que según declara ninguno de ellos la vio
jamás desnuda y con luz, y un solo hijo que vive muy lejos, una soledad que la
ha llevado a elegir la autointernación . HUGO BARDALLO en una creación mayor
como el super aprensivo, perpetuamente nervioso, obsesivo interno que ha sido
recluído allí por su familia, y que vive dispensando cuidados al amigo y
compañero que ama en el sentido mas total del término. Y la presencia luminosa
de SUSANA GROISMAN , como ese ser ingénuo, poético , optimista que consigue a
duras penas no ver su situación : luego de haber servido durante varias
generaciones a una familia de diplomáticos siguiéndolos por el mundo de manera
que le impidió tener una verdadera vida personal, cuidando a los hijos de la
familia, recala en Montevideo junto con uno de los hombres que crió y este y su
mujer la hallan ya no apta para el servicio y al ser transferidos para EEUU
deciden dejarla aquí, desechada, en el geriátrico visto como un depósito de
ancianos.
Esto no significa no destacar las estupendas
creaciones de SILVIA GARCIA, una mujer común
que luego de criar 7 hijos y cuidar hasta la muerte a un marido enfermísimo, viéndose
huésped no deseada en la casa de sus hijos , toma la decisión de vender su
depto. y con ese dinero internarse en el geriátrico. SUSANA CASTRO , como la
intelectual insatisfecha y cáustica, NORMA SALVO como la interna que lucha
denodadamente por controlar su absoluta pérdida de memoria y RICARDO COUTO como
el sujeto pasivo de las desbordados cuidados de Franz.
Todos juntos garantizan una noche de teatro de
primer nivel que incluye varios momentos de bien lograda comicidad pero también
varios momentos de fuerte emoción
La recomiendo.
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