MI PARTE DE LA TORTA (
MA PART DU GATEAU ) DE CEDRIC KLAPISCH –
FR 2013
France, la protagonista, es una mujer divorciada con
hijos que vive de su trabajo en una empresa de Dunquerque. Cuando la
Empresa quiebra y cierra despidiendo a
todos sus funcionarios, ante la inexistencia de alternativas viables de empleo
decide trasladarse a Paris donde sabe que hay aperturas de empleos como
empleada domestica para inmigrantes, con una firma que las prepara para trabajar
en casas de propietarios muy ricos y les consigue empleo. Los hijos quedan en
Dunquerque y los verá sólo los fines de semana.
En la empresa le piden
que simule tener un acento extranjero para no ser hostilizada por las otras
inmigrantes que son todas extranjeras y que pueden –irónicamente –sentir que
las mujeres francesas vienen a robarles sus empleos.
Su rápido aprendizaje
del trabajo la lleva a conseguir colocacion en casa de un Ejecutivo de una
Corredora de Valores, que está siendo trasladado a Paris desde la Matriz en
Londres, para expandir las actividades de la firma en suelo galo.
Al principìo el
diálogo no es fácil porque Steve ( tal
el nombre del patrón ) ve todas las cosas del dia a dia hogareño como un
engorro al cual no desea dedicar tiempo, y eso incluye a la empleada.
Esta actitud cambia
cuando su ex mujer viene en su ausencia y le deja al pequeño hijo de ambos que según ella él había prometido cuidar durante
las vacaciones aunque ahora no lo
recuerda. Steve debe prácticamente implorar a su empleada que cambie su
ocupación por la de niñera, en la cual se destaca porque tiene basicamente un
enorme cariño por el niño
La relación se va
profundizando hasta que se llega a pensar que estamos viendo una versión moderna
de La cenicienta, pero no es ese el propósito del film y en los minutos
cercanos al final se plantea un tremendo dilema : Steve conversa mucho con su empleada, cuyas
opiniones valora y le explica también cosas relativas a su trabajo que ella no
entiende , hasta que le explica como se hace dinero forzando la quiebra de una
firma y el ejemplo que escoge es precisamente el de la empresa en Dunquerque.
Un buen libro, que no
profundiza demasiado en su tema pero que tiene el coraje de ponerlo sbre la
mesa y actores correctos sin particular destaque.
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