Difícilmente
pueda ser considerado un film muy original con una historia de la cual se han visto
diversas variantes, pero que no obstante proporciona una razonable diversión, en gran medida gracias
al talento personal de sus dos intérpretes protagónicos los atractivos EVAN RACHEL WOOD ( bellísima ) y SCOTT
SPEEDMAN
Un
mujeriego compulsivo, enfrenta una situación limite cuando el prestamista que
le ha adelantado dinero para jugar, dinero que él ha perdido, le da el
ultimátum de vida o muerte para que pague la deuda.
Jay, el
protagonista está en una situación realmente difícil pues además tiene ocupado
su tiempo en realizar trbajo comunitario limpiando los pisdos de un Hospital siquiátrico.
Es allí
donde conoce a la bella Daisy que es internada
en el Hospital tras alegadamente haber matado a su madre con quien ella
vivía.
En la
primera noche de su internación Jay la salva de ser violada por un enfermero, y
ella aqueda muy apegada a él.Es por eso que cuando recibe la invitación de su
riquísima familia para que vaya a Nueva Orleans a la boda de su hermano, lo que
le permitirá pedir a su padre el dinero que precisa, acepta llevar a Daisy para
presentarla como su novia en la fiesta, aprovechando que por seguirlo ella ha
huído del hospital.
Previsiblemente
su sinceridad cautiva a todos en la fiesta y es la causa principal de que el padre
de Jay termine mostrándose permeable al préstamo.
Es imposible
que alguien no se imagine desde un principio que esa pareja acabe enamorándose
y llevando a buen puerto el romance.
O sea no es
un film para ser tomado demasiado en serio, pero que divierte en buena ley
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