Voy a
recordar a Alfredo Alcon con una anécdota que refleja su integridad artística y
su humildad.
Alcón pasó
buena parte de su vida y de su carrera anhelando hacer EL REY LEAR de
SHAKESPEARE . Pero no se animaba. No se sentía lo suficientemente maduro para
encararla. Hasta que un día en un reportaje dijo que AHORA SI.
Inmediatamente
el TEATRO SAN MARTIN donde protagonizó varios éxitos se propuso montar una
versión y lo convidó para protagonizarla. Era el sueño hecho realidad. Para
darle más destaque contrataron un director argentino que tirunfa en Europa,
Jorge Lavelli.
Se esperaba
que fuera el mejor espectáculo en años, PERO :::: hete aquí que Lavelli, un director
muy modernista decide hacer lo mismo que haría con una ópera : desconstruir el
texto y representarlo en tono de farsa.
Alcón ,
desolado, vio como su sueño se desvanecía. Y, nada apegado al dinero o a la gloria, anuncio que SE RETIRABA DEL ELENCO
PORQUE HABIA DESCUBIERTO QUE AUN NO ESTABA PREPARADO PARA ENFRENTAR EL PERONAJE,
evitando hacer las menor crítica a la puesta que motivaba su partida.
Meses
después , para felicidad de todos un productor español monto una versión fiel
de la pieza con él en el papel central y
fue un espectáculo memorable en Madrid. Tanto que un productor argentino
termino montando también la pieza aquí y estrenándola en el TEATRO APOLO
Al menos
ese gusto se lo sacó en vida. Y Buenos Aires vio finalmente EL REY LEAR verdadero, con una interpretación memorable.
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