LOS
HERMANOS QUERIDOS, DE CARLOS GOROSTIZA-
DIR.LIZARDO LIPHITZ- TEATRO LA MASCARA
El
texto tiene 36 años, pero continúa tan actual como cuando se estrenara, porque
cala hondo en un conflicto humano que no conoce barreras temporales.
Dos
hermanos otrora muy unidos , ya que uno ha hecho las veces de padre para el
otro, se han distanciado irreparablemente a partir de un conflicto que en la
superficie es económico ( PIPO , el más joven, se ha retirado de la fabrica de
JUAN, el mayor donde trabajaba porque no ha tolerado la forma en que este,
anclado en su éxito económico ,intenta imponer su estilo de vida a todos los
que giran en su órbita, y en el fondo de su corazón porque algo de envidia siente
por el éxito de su hermano. Además lo ha
hecho de mala manera llevándose consigo un secreto técnico que él ha inventado
pero que le hubiera dado a su hermano un arma
poderosa en su lucha contra la competencia, a la cual precisamente lo ha
vendido
Al
iniciarse la obra, Pipo está en una complicada situación económica , y su mujer
en alianza con la mujer de Juan ha fraguado un encuentro casual entre ambas
en el cual ha surgido la posibilidad de
un acercamiento, para lo cual han planificado una cena en la cual ambos
hermanos volverían a hablarse, se rompería el hielo y Pipo finalmente
reconciliado con su hermano podría salir nuevamente a flote volviendo a
trabajar en su fábrica. Sólo que algo ha salido mal en la cita y los dos
matrimonios están en sus respectivos domicilios esperando que el otro llegue
para la cena, porque uno de ellos ha entendido mal donde sería la misma. Durante
esa espera afloran los conflictos, las tensiones en las dos familias. En el
caso de Pipo lo son su afición desmedida por la bebida y una cierta violencia
que lo acomete cuando está bajo los efectos del alcohol, y un amigo que viene a
despedirse porque se va a los –EEUU a trabajar , un amigo que ha estado todo
este tiempo enamorado de su mujer, con la cual ha protagonizado un esbozo de
romance que se ha detgenido ( o no ) en
la puerta del adulterio y que quisiera rescatarla de las garras de su esposo a
quien ve como un caso definitivamente perdido. En el caso de Juan es la
oposición con su hija, que se ha casado con un hombre que él no aprueba ( es un
músico ¡! ) y con el cual vive según él en concubinato porque siendo él
divorciado y no existiendo en _Argentina la posibilidad de un nuevo casamiento,
se han casado via Mexico. Juan cree que su éxito económico le da el derecho a
comandar la vida de todos los que le rodean y siente que su familia se acerca
a él sólo cuando les aprietan
necesidades económicas que él puede solventar, como es el caso ahora de la hija
que necesita un importante préstamo de dinero para poder emigrar a Venezuela
donde su esposo, desocupado en Argentina, ha conseguido un opuesto en la
Universidad de –Caracas ( hace 36 añosVenezuela con su petróleo era un país
rico con una exultante clase media a la que no le faltaban los dólares , los
autos de lujo, la gasolina barata, ni la mano de obra barata suministrada por
la vasta mayoría de excluídos del sistema )
La
versión de Liphitz le da algunos detalles de modernismo a la puesta : por
ejemplo se utiliza un único escenario para presentar las dos casas los personajes comparten el escenario y los
muebles del mismo sin verse cuando están en casas teóricamente diferentes, lo
cual da un matiz más inquietante al texto, y además los personajes cuando están
fuera de escena permanecen en realidad en ella, sentados en la parte de atrás
del escenario participando pasivamente de la acción
Pero
más allá de estos interesantes detalles formales lo que es importante en esta
magistral dirección es la forma en que ha llevado a los actores a bucear hondo
en sus personajes, a hallar las motivaciones profundas de sus conductas y
traerlas a la superficie con una intensidad emotiva que tiene pocos anteceden
tes. Cuenta para ello con un elenco de actores excepcional con un grado de entrega absoluta, que va elevando la temperatura emocional a medida
que avanza la representación hasta llegar a un final absolutamente conmovedor
donde cada uno ha puesto en juego sus emociones y ha vivido las escenas finales
con una entrega tal que les ha sido imposible contener las lágrimas. SILVANA
SABETTA y ALEJANDRO FAIN por un lado y NORBERTO GONZALO Y NORA KALEKA por otro
logran esa mágica fusión entre ficción y realidad emocional de la que vive el
teatro de calidad. Se suma a ellos MARIANGELA AVALOS en un muy sentido trabajo como la hija..
GABRIEL
DE COSTER muy natur5al como el amigo se
sitúa algunos puntos por debajo en la emoción.
UN
MAGNIFICO ESPECTACULO QUE TODOS DEBIERAN VER.
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