KOBLIC , DE SEBASTIÁN BORENSZTEIN.- GUION DEL DIRECTOR Y DE
ALEJANDRO OCON - ARGENTINA 2016.
Koblic,
el protagonista del film , es un Capitán de Marina que siente que debe huír y
esconderse de sus pares, luego de haber participado como piloto de uno de los
llamados “ vuelos de la muerte “ en los cuales los militares de la dictadura
arrojaban desde lo alto al Rio de la Plata a los detenidos políticos que habían
decidido eliminar, previamente sedados ( una operación que un alto prelado de
la Iglesia Argentina, oficialista, llegó a calificar como “ una manera
cristiana de ejecutar a un condenado a muerte “ ). Es que en el momento clave
de la operación ha hablado más alto su instinto humano y se ha negado a abrir
la puerta del avión para que comiencen a arrojar la carga, por lo cual ha sido
separado del mando de la aeronave y ha sido sustituído por el copiloto.
Koblic
envía su esposa a un lugar seguro junto a su familia y le da instrucciones de
dejar bien en claro que no conoce el paradero de su esposo. Tras esto, se refugia
en un pequeño pueblito de la pampa donde un amigo le proporciona refugio y trabajo
en un hangar de su propiedad con un pequeño avión que es utilizado para
trasportar cargas. El amigo le da instrucciones de evitar lo más que pueda al
Comisario del Pueblo, que para él es una persona nada confiable, pero el azar
lleva a que sea precisamente el Comisario quien acuda en su ayuda cuando por un
desperfecto del motor deba hacer un aterrizaje forzoso en el medio de la nada.
Si bien
el credo del Comisario es que la función principal del policía es desconfiar,
lo anima en este caso una saña especial y un desagrado instintivo por la
persona de Koblic, a quien investigará valiéndose de los ojos y oídos de los pobladores
del pueblo que tienen un profundo temor hacia él, no tanto por su poder como
policía ( al fin y al cabo preside un destacamento de escasa importancia, con reducida
cantidad de policías a su cargo- quizás uno solo - ) sino por los contactos que
tiene con las autoridades militares que dominan con mano de hierro el país (
estamos en plena dictadura de Videla ). Es que el Comisario participa de operaciones
ilegales en las cuales él es el hombre de confianza y ejecutor de un grupo de altos oficiales del
Ejército con los cuales divide el botín.
La
situación de Koblic se complica cuando conquista a la bella y joven cajera del
supermercado del pueblo, que vive en una relación de pareja más bien forzada
con el propietario del mismo, bien mayor que ella y amigo del Comisario, que
pasará a usarlo como ariete contra el protagonista, que es a vez un ariete del
desagrado recíproco que el Comisario siente por el amigo que le ha dado
refugio.
El film
tiene una excelente ambientación, muy buenos diálogos y personajes pero la
línea argumental presenta baches, especialmente en la media hora final en que
se torno bien poco creíble.
Es
valioso el trabajo del elenco con un sobrio, concentrado RICARDO DARIN y una brillante
composición de OSCAR MARTINEZ en un papel totalmente ajeno a su cuerda habitual
para el cual debe fabricarse una personalidad totalmente diferente desde la
forma de hablar , gesticular, caminar.
Muy
buenas las actuaciones del dueño del supermercado, la bella y joven actriz que
hace el papel de su compañera y el joven y muy expresivo actor que hace el peón
del hangar. De ninguno de ellos lamentablemente la ficha técnica del film
proporciona el nombre.
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